Eradicate Lore, Substitute Logic When it comes time to innovate.

Too often, innovation is reduced to a series of brainstorming sessions, where facilitators proclaim things like,

              “Hey, there’s no such thing as a bad idea!”

Or innovation may be separated from the rest of the enterprise in a special lab or unit, a thin effort to quarantine the crazies.

Ahí, en ese laboratorio creemos que solo es apropiado aumentar la creatividad. Ponemos a la gente en una habitación, adornamos las mesas con juguetes, pelotas, notas post-it, marcadores y alimentos divertidos, todo porque se supone que la innovación es juguetona. Nuestro uso de notas adhesivas y marcadores se ha vuelto casi fetichista, uno de los muchos rituales en nuestro culto colectivo a la innovación.

Aquí está el problema: la evidencia muestra que tales técnicas no conducen en realidad a mejores resultados. Estamos atrasados ​​en una revolución en la forma en que se diagnostica, se desarrolla, se fomenta, se elimina el riesgo, se lanza y se amplifica la innovación.

La innovación debe ser un enfoque sistemático, moviendo el campo de un arte misterioso a más de una ciencia disciplinada.

Claro, no es infalible. La innovación depende de muchos factores. Al pensar en la innovación de una manera más sistémica, se mejoran las posibilidades de conseguir avances. En esos momentos, la capacidad de innovar (evolucionar, adaptarse y mejorar) es indispensable. De hecho, en medio de la globalización comercial, el cambio de las normas culturales y sociales y la creciente escasez de recursos naturales, nuestro éxito continuo como especie puede depender de ello. Para las empresas, esto significa que las empresas deben innovar para sobrevivir y prosperar.

Definiendo la innovación

Para ello es necesario definir el significado y valor de la innovación. A través del uso excesivo, el mal uso, la exageración y el entusiasmo, la palabra innovación esencialmente ha perdido su significado. A menudo confundimos el resultado y el proceso.

Las definiciones que se muestran abajo ayudan a establecer una comprensión matizada de lo que realmente hacen los innovadores.

1 La innovación no es una invención. La innovación puede implicar una invención, pero también requiere muchas otras cosas, incluida una comprensión profunda de si los clientes necesitan o desean esa invención, cómo puede colaborar con otros socios para entregarla y cómo se pagará por sí misma a través del tiempo.

2 Las innovaciones deben ganarse su sustento. En pocas palabras: las innovaciones deben devolverle valor a usted o a su empresa si desea tener el privilegio de crear otra otro día. Se debe definir la viabilidad con dos criterios: la innovación debe poder sostenerse a sí misma y devolver su costo ponderado de capital.

3 Muy poco es realmente nuevo en innovación. El biólogo Francesco Redi estableció la máxima: “Todo ser vivo proviene de un ser vivo”. Muy a menudo, no apreciamos que la mayoría de las innovaciones se basen en avances anteriores. Las innovaciones no tienen que ser nuevas en el mundo, solo en un mercado o industria.

4 Las innovaciones deben ser algo más que productos. Pueden abarcar nuevas formas de hacer negocios y ganar dinero, nuevos sistemas de productos y servicios, e incluso nuevas interacciones y formas de compromiso entre su organización y sus clientes.

   Una imagen vale más que mil palabras.

“La innovación es la creación de una nueva oferta viable”.


Fuente para redactar post: “Ten Types of Innovation” Larry Keeley