La adaptación al cambio, normalmente, pasa desapercibida,
se consigue el éxito en los resultados o se fracasa estrepitosamente.
Cuando se produce una revolución se requiere no solo de adaptación, se requiere de innovación y creatividad. ¿En qué? En lo de siempre, en la generación de valor… ¿Y como se consigue? Con el Coaching Integral, con la capacidad de abordar cada proceso de transformación desde diferentes ópticas. Mi proximidad y metodología propia permiten establecer dinámicas a medida de la idiosincrasia de cada profesional u organización. Se convierte en un coaching estratégico. En el coaching integral es fundamental el “3 x 1”: con un proceso de coaching se benefician los individuos, los equipos y la organización.
Es un proceso estratégico y debe integrar el desarrollo personal/profesional. Este enfoque puede ayudar por un lado al desarrollo de las personas como profesionales conectados con otros, facilitando la adaptación a las nuevas circunstancias actuales y futuras, mejorando sus competencias y, por otro, a que se alineen con las mentes colectivas y apoyen el cambio organizacional. La clave para aprovechar el triángulo del coaching integral es la definición explícita de las metas, roles y responsabilidades de cada una de las partes, junto con una aclaración del compromiso, confianza y confidencialidad que requiere un riguroso proceso de coaching.